Hace 2 meses inicié el tremendo viaje a una espiral depresiva y a una crisis ontológica de cuidado que nunca en mi vida había tenido el placer de experimentar. De repente, todo, ABSOLUTAMENTE todo carecía por completo de sentido para mí. No sé, todos mis esfuerzos, todos mis logros que poco a poco iba realizando no tenían ningún sentido, -como las hormigas que guardan sus provisiones para un desastre próximo- (y va a ser con el Crack del 2010 y toda nuestra realidad va a cambiar para siempre.
Un día de diciembre me desperté, y pasé olímpicamente de hacerlo. Me resguardé en la cama, siendo la cama el elemento más antiterapéutico que pueda haber (lo supera el hacer prácticas de tiro después de que te hayan dejado por otra persona). Pero así era. Toda la filosofía quedaba consumada por el prosaismo de la realidad que nos enchufan por la tele. Que si 139.056 despidos, que si 3,9% de déficit, que si empleo se reduce al 14.9%, que si las ayudas a los bancos llegan a la friolera de tropecientos billones... que se gastan en sanear las cuentas y comprase yates de lujo. Básicamente, no necesito hacer un MBA (Master of Business Administration) para aprender toda la puta jerga que he ido aprendiendo leyendo los diarios (todo basura) y televisión (todo basura excepto el porno de las 3 de la madrugada... y sólo por cable, además).
Oh, ¡el mundo es cruel! ¡Qué sorpresa!
Mi calenturienta imaginación se estaba colapsando y de repente, no tenía nada que escribir ni decir. Refugiándome en otras personalidades no servía de nada, despedazando mi erotomanía tampoco, escribiendo en mi bloc, tampoco. Al final no sabía dónde encajar. No sabía si ponerme a mirar la pared durante horas o directamente tragarme todas las maquinillas de afeitar que pudiera encontrar por mi casa.
Todo este aparente narcisismo no es tal. Sé que hay muchos como yo. Esperando por ahí fuera que les digan lo que tienen que hacer con sus vidas. Alguien que dé sentido a toda esta puta mierda que sucede y toda la basura de prácticas sociales (trabajos cutres, relaciones pobres, pautas descafeinadas de comportamiento).
Mientras, trato de andar por los pasillos de la Universidad fingiendo que me agobio, fingiendo que tengo una meta, fingiendo que sé lo que quiero hacer con mi vida. Eso sí, apurándome para intentar consolar a las pobres ánimas que se sientan más perdidas que yo, que las hay, y para llenar tres veces el Infierno.
Estar con los amigos y la familia, es un gran regalo. Y aguantar con ellos lo que tenga que venir, porque, sin ánimos de agorero, va a caernos una de buena. A TODOS. "Mal de muchos consuelo de tontos" supongo...
# Imagen de la gran serie "A dos metros bajo tierra" (Six feet under).
Un día de diciembre me desperté, y pasé olímpicamente de hacerlo. Me resguardé en la cama, siendo la cama el elemento más antiterapéutico que pueda haber (lo supera el hacer prácticas de tiro después de que te hayan dejado por otra persona). Pero así era. Toda la filosofía quedaba consumada por el prosaismo de la realidad que nos enchufan por la tele. Que si 139.056 despidos, que si 3,9% de déficit, que si empleo se reduce al 14.9%, que si las ayudas a los bancos llegan a la friolera de tropecientos billones... que se gastan en sanear las cuentas y comprase yates de lujo. Básicamente, no necesito hacer un MBA (Master of Business Administration) para aprender toda la puta jerga que he ido aprendiendo leyendo los diarios (todo basura) y televisión (todo basura excepto el porno de las 3 de la madrugada... y sólo por cable, además).
Oh, ¡el mundo es cruel! ¡Qué sorpresa!
Mi calenturienta imaginación se estaba colapsando y de repente, no tenía nada que escribir ni decir. Refugiándome en otras personalidades no servía de nada, despedazando mi erotomanía tampoco, escribiendo en mi bloc, tampoco. Al final no sabía dónde encajar. No sabía si ponerme a mirar la pared durante horas o directamente tragarme todas las maquinillas de afeitar que pudiera encontrar por mi casa.
Todo este aparente narcisismo no es tal. Sé que hay muchos como yo. Esperando por ahí fuera que les digan lo que tienen que hacer con sus vidas. Alguien que dé sentido a toda esta puta mierda que sucede y toda la basura de prácticas sociales (trabajos cutres, relaciones pobres, pautas descafeinadas de comportamiento).
Mientras, trato de andar por los pasillos de la Universidad fingiendo que me agobio, fingiendo que tengo una meta, fingiendo que sé lo que quiero hacer con mi vida. Eso sí, apurándome para intentar consolar a las pobres ánimas que se sientan más perdidas que yo, que las hay, y para llenar tres veces el Infierno.
Estar con los amigos y la familia, es un gran regalo. Y aguantar con ellos lo que tenga que venir, porque, sin ánimos de agorero, va a caernos una de buena. A TODOS. "Mal de muchos consuelo de tontos" supongo...
# Imagen de la gran serie "A dos metros bajo tierra" (Six feet under).
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